La investigación se ha basado en la revisión de publicaciones científicas, la interpretación de fotografías aéreas (1960-1970) e imágenes satelitales (Landsat 1995-2000 y 2003-2005) y mapas de procesos superficiales a escala 1:25 000, integrando una base de datos en un sistema de información geográfica (SIG). De ese modo, se ha podido realizar un análisis espacial con el fin de interpretar la evolución de los paisajes geomorfológicos, detectar los procesos que pueden causar desastres y proponer medidas para su prevención y mitigación.