El deslizamiento de Punillo es uno de los movimientos en masa más activos, originado en los años 90s y con reactivaciones trascendentales en el 2016. Geológicamente está constituida por las formaciones de Sotillo, Moquegua, Millo y depósitos aluviales (de edades Paleoceno al cuaternario), conformadas principalmente por conglomerados no consolidados y delgados estratos de ingnimbrita en la parte expuesta de la escarpa. Estos afloramientos de sedimentos, asociados a pendientes de inclinaciones entre 20° a 45° en el sector de Punillo y factores antrópicos desencadenantes como: Actividad sísmica, factores antrópicos y aumento del caudal del río Vítor en el pie del valle del mismo nombre.