Antes de la crisis que se inició en marzo 2006, se hicieron diversos estudios de investigación geofísica y geoquímica a fin de conocer mejor la estructura interna del volcán, así como el estado de su actividad.
Para llegar a conocer la estructura del volcán, así como las principales características en la circulación de fluidos en y a proximidad del cono volcánico, se efectuaron: (a) Mediciones de potencial espontaneo o PE, y de la temperatura sobre el piso de la caldera, (b) Mediciones de PE a escala de todo el edificio volcánico; (c) Monitoreo de la actividad sísmica sobre el cono
volcánico; (d) Análisis de la concentración de CO2 en los gases del suelo tanto sobre el edificio como al interior de la caldera; y (e) Análisis geoquímico de aguas termales y frías próximas a la zona del volcán.